Ginecología y obstetricia

Prolapso

"Se trata del descenso de los órganos de la cavidad pélvica (vejiga, útero y recto)".

Debido a los partos, el estreñimiento crónico, la edad (menopausia), componentes genéticos, deportes de impacto que incluyan saltos, abdominales, correr, etc. los sistemas de suspensión y sostén (ligamentos, fascias y músculos) de las ví¬sceras pélvicas ceden en mayor o menor medida y esto desencadena la aparición del prolapso.

Las pacientes diagnosticadas de prolapso genital: cistocele (caí¬da de vejiga), rectocele (caí¬da del recto), histerocele (caí¬da del útero), deben ser informadas y tratadas, independientemente del grado del mismo y de si existen o no sí¬ntomas asociados (incontinencia, sensación de pesadez, etc.), ya que si no se hace nada en los estadios iniciales, con el paso del tiempo las probabilidades de que la situación se agrave son muy elevadas y las soluciones a posteriori son mucho más complejas y, en los casos que requieren cirugía, de mayor riesgo.

Los tratamientos de fisioterapia son los indicados en los estadios iniciales, son altamente eficaces y pueden prevenir o mejorar el prolapso en diferentes grados.

Algunos tipos de prolapsos de grado I e incluso grado II pueden mejorar tras los tratamientos. Los que mejor responden a la fisioterapia son el prolapso de vejiga y de útero. El que responde en menor medida es el de recto. Los sí¬ntomas asociados a esta situación como la incontinencia urinaria, la sensación de pesadez o bulto en la zona genital, el dolor, etc. pueden desaparecer completamente o mejorar de forma importante.

En los casos más avanzados, el objetivo es evitar que aumente el grado de descenso y conseguir una mejorí¬a o eliminación de los sí¬ntomas asociados. Si la opción quirúrgica es inevitable o el especialista ha considerado que es lo mejor, es muy importante realizar el tratamiento fisioterápico como complemento a la misma, potenciando así sus resultados y evitando recidivas a corto plazo.

Post-operatorios

Cicatrices Perineales: Episiotomía, Cirugía

"La episiotomía es el corte que realiza el obstetra o la matrona durante la fase expulsiva del parto con el objetivo de intentar facilitar la salida del bebé y evitar desgarros de la zona perineal y anal en la mujer"

La Organización Mundial de la Salud recomienda su uso de manera restrictiva y no generalizada, como hasta ahora. Estudios recientes demuestran que el masaje perineal durante el embarazo y conseguir un buen tono de estos músculos reduce significativamente el porcentaje de episiotomías realizadas, por lo que si no hay contraindicación médica que lo impida es muy importante aprender a realizarlo durante el embarazo, a partir de la semana 15 de gestación.

Una vez la episiotomía se ha realizado es fundamental que además de la revisión ginecológica acudas a la revisión postparto de la fisioterapeuta, ya que te duela o no la zona al mantener relaciones sexuales o al realizar actividades cotidianas, pueden existir adherencias, fibrosis excesiva, bridas cicatriciales, etc. que afecten al correcto funcionamiento de las estructuras musculares y ligamentosas que hay a su alrededor.

El tratamiento precoz de las molestias o disfunciones provocadas por la episiotomía, generalmente dolor durante las relaciones sexuales, al sentarse, incontinencia urinaria, etc. hace que estos desaparezcan rápidamente, con técnicas sencillas como el propio masaje perineal, estiramientos, etc. y en ocasiones con técnicas un poco más específicas como la diatermia intravaginal.

Preparación al parto

Preparación de suelo pélvico para el parto: trabajo de flexibilización de la musculatura perineal (masaje perineal, estiramientos perineales) para afrontar el estiramiento máximo que se producirá en el parto. Prevención de las lesiones perineales de origen obstétrico y prevención de la episiotomía.

Preparación física general de la embarazada en función de las características individuales de cada mujer.

Aprendizaje del pujo fisiológico (en espiración) menos lesivo para el bebé y para la madre.

Aprendizaje de las distintas posturas facilitadoras del proceso de dilatación y del descenso del bebé por la pelvis hasta el nacimiento (biomecánica obstétrica).

Tratamiento de la patología dolorosa de la embarazada: lumbalgia, ciática, dolor en las articulaciones de la pelvis, dolor de espalda…

Recuperación post-parto

Tratamiento de las secuelas del parto: parto vaginal y parto por cesárea. Recuperación muscular abdominal y perineal. Tratamiento de lesiones específicas del embarazo y el parto: cicatriz de episiotomía o de cesárea, diástasis abdominal, flacidez abdominal, sobrepeso, estrías.

Recuperación física general. Sexualidad.