La masturbación y la fisioterapia pélvica

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La masturbación en el caso de los tratamientos de suelo pélvico en las mujeres se recomienda como una actividad para mantener el buen estado de las estructuras genitales, para mantener la elasticidad, para mantener la funcionalidad y para mantener un aporte de riego sanguíneo.

Es una técnica adecuada para las mujeres que no tienen una vida sexual activa y padecen atrofia genital.

Beneficios

Se recomienda la masturbación para mantener las estructuras, los tejidos blandos, la circulación, la lubricación, mantener el suelo pélvico en buenas condiciones sobre todo para aquellas mujeres que tienen dolor en las relaciones- 

“Normalmente en las fases iniciales del tratamiento fisioterápico se desaconseja la actividad sexual coital con penetración, así que mientras vamos mejorando todas las estructuras y quitando inflamación, el dolor, la rigidez, quitando contractura y tratando todas aquellas causas que pueden generar ese dolor. Esto lo podemos ir abordando sugiriendo a nuestras pacientes la masturbación”, Lydia Serra, directora del IFIP. 

Es importante que en los casos donde el fisioterapeuta desaconseja las relaciones sexuales la paciente a medida que mejore pueda comprobar a través de la masturbación si aún existe dolor, si tiene alguna molestia, así podrá prepararse para cuando quiera tener relaciones sexuales en pareja.

Un suelo pélvico activo

El suelo pélvico es igual que cualquier otra estructura del cuerpo se atrofia si no se utiliza. Independientemente de que una mujer tenga pareja o no, tiene que tener una vagina funcional y elástica para que cuando tenga pareja tenga la seguridad de que no tendrá dolor y que esas estructuras actuarán adecuadamente.

La masturbación ayuda en la menopausia, una época donde la atrofia del suelo pélvico es más frecuente. En este sentido van a ayudar mucho los juguetes sexuales, en especial los vibradores que tengan forma cilíndrica que nos imiten un poco la forma del pene erecto con la finalidad de mantener la longitud y el diámetro de la vagina.

En el IFIP trabajamos de la mano con el psicólogo y el sexólogo para ayudar a nuestras pacientes cuando tienen casos de relaciones sexuales dolorosas, atrofias vaginales, vaginismo, entre otras patologías.